jueves, 4 de febrero de 2016

Con la levedad de un huracán

     Es la brisa que eriza la piel, el aliento de unos labios que aletean por cada pliegue de tu cuello como un huracán contenido entre dos manos.
      Es el sonido de un sonoro cajón flamenco que palpita en tu pecho pleno de pasión escondido entre candelas.  Es la caricia que cierra tus ojos para perderse entre las curvas ardientes de tus brazos.


Agradable locura que atiza las brasas incandescentes de la emoción esperando un suspiro.  #ismaeldoradopsicologo

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