viernes, 13 de noviembre de 2015

El amanecer de la Emoción

      Chapotear a diario en la vida turbia de la sinrazón, te hace vivir la emoción como el niño que descubre que puede correr en todas direcciones sin ser alcanzado por la cordura. No encuentro emociones en el deporte y me dejo arropar por la manta cálida del arte que me sigue sorprendiendo con su mirada esquiva y con su respirar inquieto. 
       No buscaré nunca en YouTube el último gol, o el fantástico drive pues mis palabras clave suelen rondar más en "chelo, violonchelo, danza" o músicas con alma, donde el ambiente es denso y una mirada eleva una octava, el sentir emocional de una mente en permanente proceso de construcción. Hace tiempo me preguntaron: "qué tipo de cosas te gustan", curiosa respuesta e imposible de contestar en una frase. Sin duda me gustan las músicas que puedo escuchar con los ojos cerrados, las cosas que puedo ver transportado a mi mundo y con los oídos cerrados, aquellas cosas que al finalizar dejan tu alma ardiendo como un volcán e guardan para siempre en tu interior, la piel erizada o una lágrima perdida. 
        En todo me dejo llevar por la inspiración. Las cosas te llaman y hay que saber escuchar su lenguaje. Saltando de lugar en lugar, de corchea a idea encontré un sueño, encontré vida, encontré sensaciones. Algunas cosas es imposible no verlas con una sensación eléctrica recorriendo tu espalda, tu nuca o con las manos apretadas sabiendo que no es imagen, es magia. 
          Me dejo llevar por sus giros, parando la vista en sus zapatillas del color de las nubes y en el sonido de una guitarra desnuda como su torso, que encontraron en una fría nave de color gris, una paleta de pintor para pergeñar estremecimiento en las almas que se agitan inquietas entre bambalinas. Empecé siendo bruma y ahora soy viento, un céfiro ardiente que reclama al universo un mundo repleto de emoción en vez de tensión. Volveré a dar al Play de mis sueños para dejarme llevar de nuevo por las volutas que mecen la veleta exacerbada del destino.

          

No hay comentarios:

Publicar un comentario