martes, 8 de marzo de 2016

Soñar en defensa propia



            Aprendió a caminar de su mano buscando el alba, al calor de sus manos y de la llama de su sonrisa, cuando arreciaba la lluvia en las tardes de primavera. 


            Se sorprendió al sentir su piel estremecerse bajo el abrazo de sus ojos, cuando el espacio de un abrazo deja el cuerpo mecerse hasta el filo del insondable abismo del deseo.
            ¿Qué importa si las sensaciones y las emociones duran más o menos tiempo?, ¿qué importa si un beso durará lo que una estrella fugaz?, ¿qué importa si ese beso durará toda la vida?.
            Cuando no quedaron más pétalos ni suspiros, comprendió que los instantes pasan como los trenes lejanos que se ven cuando ya están distantes camino de las brumas.
             Miró sus manos y comprendió el mensaje que dibujaban las líneas ajadas de tanto ocultar su rostro: ¡siente!, ¡vive!, ¡sueña!. 


            El cerrar los ojos al besar, se inventó por una estrella enamorada que danzó entre el parnaso de palabras enloquecidas y náyades extasiadas, mientras con su mano extendida acariciaba la luna. 

            Soñar es un gran acto de protesta emocional ante una vida con explicación lógica para todo.


4 comentarios:

  1. Precioso, una sensibilidad extraordinaria, como siempre has vuelto a acariciar mi alma.

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  2. Gracias siempre María. Lo más reconfortante del mundo es después de abrir tu corazón recibir tus palabras. Un abrazo enorme.

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  3. Maria Antonia Jimeno8 de marzo de 2016, 13:38

    Una caricia para los sentidos y para los sentimientos. Revolución por las emociones, no existe nada más bello que eso. Gracias Ismael.

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  4. Cristina Barcelo Cuesta8 de marzo de 2016, 18:17

    Siempre tus palabras abren ante mí las emociones más bellas.

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